No resulta extraño escuchar a la gente decir: "mataron a fulano de tal", "sultano está desaparecido", "lo levantaron de su casa en la madrugada y después lo hallaron tirado muerto".
Esto ha derivado que muchas personas opten por abandonar sus hogares con el fin de mantenerse a salvo y los que se quedan viven en permanente estado de alerta.
Pese a esta época tan terrible que sólo nos muestra un paisaje desolador, uno todavía puede encontrarse con flores en medio del fango. Un ejemplo claro de ello es Briseida Acosta Balarezo, joven deportista de apenas 17 años, quien el pasado 16 de agosto obtuvo medalla de plata en los denominados Juegos Olímpicos de la Juventud celebrados en Singapur; con lo cual su lista de logros sigue incrementando.
Va, desde el otro lado de esta pantalla, un cordial abrazo y todo mi respeto para Briseida Acosta y, por qué no decirlo, para su padre y mentor Juan José Acosta.
Imagen: AP
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